miércoles, octubre 24, 2007

UN PASEO POR LAS NUBES

Que el mal rollo inunde este blog.

Hoy quiero hablaros de los mareos. Tranquilos, no me pondré en plan facultativa, sólo quiero quejarme.
El mareo siempre es una putada. Hasta aquí estaremos de acuerdo.

Si eres mujer, encima tendrás que soportar la horrorosa broma del “¿no estarás embarazada?”. Hombre, si cada vez que me baja la tensión tuviera que tener un hijo, ahora superaría con creces a Julio Iglesias y Papuchi juntos.

Está el mareo vértigo, que es como si te bajaras de una montaña rusa pero a lo bestia y sin pagar entrada. Una cogorza gratis. También hay quien la compara con una borrachera, pero aquí no puedo opinar. No me miréis así, nunca me he emborrachado, cosas que pasan por ser una niña buenecita, muahahahahahaha.
Al ser gratis, hay quien puede pensar que esto es bueno, ¡pero no, amigos!. La cogorza gratis deja de ser divertida cuando quieres quitártela de encima y notas que es más jodido que hacer las piruetas de Bisbal. Piensas que puedes hacerlo, pero cuanto más lo intentas, más te mareas.

Y lo peor no es el propio mareo, lo peor son las consecuencias. Que intentas caminar recto y tus pies que tararí, haciendo un pase de modelos. Cruza una pierna por aquí, ahora me detengo y me abro de patas, retrocedo dos pasos, vuelta y … ¡caída de culo!.

Si caminar por las nubes es como estar mareado, yo prefiero pisar suelo firme. O me aseguran que las nubes no están tan duras como las baldosas, o me niego a dar una vuelta por el cielo (el cielo puede esperar, es eterno… qué más le da). Además, no me gusta el queso Philadelphia, y si me caigo de cara no me gustaría zamparme una loncha de nube aquesada.

martes, octubre 16, 2007

Y YO CON ESTOS PELOS

Frase típica cuando te dicen: Vamos a salir por Gijón, ¿te vienes?.

Aaaaaaaah.
Te avisan con 30 minutos de antelación. Muy listas.

Te miras al espejo y ves unos pelos estropajosos, unas ojeras del copón y dos pelillos asomando desafiantes en la entreceja.

Empieza la contrarreloj. Que tiemble Indurain.

Ducha rápida. Agua fria ¡mierda, la caldera apagada!. Sales envuelta en la toalla a la cocina. Pisas una miga de pan, ¡aaaaah, piiiincha!. Enciendes y vuelta a la ducha. Enjabonas el pelo (esto sería más bien “enchampúas”, pero la RAE me dice que no existe la palabra). Se cae el champú al suelo, intentas recogerlo palpando y no lo encuentras, abres un ojo, ¡MIIIIIC, ERROR!, champú al ojo. Te aclaras como puedes y sales.

Descubres que tus braguitas favoritas aún están en el tendedero. Te pones el tanga de Piolín. Ups, salta un pinchazo en la zona ovario derecho, ¡joéeeee, y ahora me viene la regla!. Quita tanga y ponte la braga-faja del “día rojo”. Te vistes con lo primero que pillas (otro error: no recuerdas que la camiseta de rayas amarillas tiene un churretón de ketchup del último día que cenaste en McDonals).

Maquillaje, necesitas maquillaje!!! Te queda la raya de la derecha más ancha que la izquierda. Intentas arreglarlo ensanchando la izquierda. Genial, ahora parece que te han dado una paliza. Da igual, ahora se lleva lo gótico.

¡Los pelillos! Pinzas, tirón, tirón y … este de aquí pequeñito también, tirón. Gotita de sangre. No para de sangrar. Le pones un trocito de papel higiénico (doble capa eso sí, guarrete pero con clllase).

Ding Dong!! Ya están aquí. Te queda poco tiempo.

¿Botas o zapatos? Da igual, playeros!!. ¿Con falda?. Espera, en Internet dice que igual llueve, mejor botas.

Ding Dong!! Que esperen, cojones!!

Dioooos, mi aliento!!! No me he lavado los dientes. ¿Quién te mandaría haber merendado un bocata de chorizo del pueblo?. Corriendo para el baño. Pasta dentífrica que salpica la falda. Lo frotas con agua. Coges el bolso y sales pitando.

Vamos a ver. Analicemos como vas:
- Pelo limpio, sí, pero más cardado que el anuncio del once oocho onceeee.
- Un ojo irritado por el champú.
- Braga-faja. Cara de dolor mecagoenlaregla.
- Churretón de ketchup en la camiseta.
- Falda misteriosamente mojada en sitio estratégico.
- Maquillaje peor que Krusty el payaso de los Simpsons.
- Entrecejo colorao; eso sí, tapado con un decorativo trozo de papel del culo.

¿Y ASÍ PIENSAS LIGAR?

domingo, octubre 07, 2007

UNA GOCHADA


No soy ninguna de las cerdas de la foto. Más que nada porque eso son cerdOs. Armando y Gelasio (DEP).
Esto viene de mi flog, como continuación a la foto del dia de hoy. Dije que contaría un churritexto escatológico y a ello voy.

El mundo de las heces y sucedáneos es tan asqueroso como intrigante.
Todos sabemos los tipos de pedos que hay: silencioso, ruidoso y “con regalito”.
El silencioso hace como que no, pero vaya que sí. [aquí me arrugo la cara como con asco… como si hubiese visto a Cachuli en tanga de leopardo].
El ruidoso tiene dos efectos: enrojece al sujeto de cuyo culo ha sido extraído el gas, y provoca una tímida risa en las personas acompañantes del pedorreador. Se ríen para afuera porque si se rieran para adentro se tragarían el gas, que no por ser ruidoso tiene que ser menos oloroso.
El pedo con regalito es como cuando te compras un coche y te regalan un bolígrafo de propaganda. El tio del concesionario te dice que te va a dar un regalito por la compra (esto sería una metáfora de los retorcijones), que te quedas todo ilusionado pensando que te regalará unas alfombrillas... o unas lucecitas tuneras para poner en el salpicadero... y al final te viene con el boli. Piensas: ¡mierda! (aquí no hay metáfora que valga).

Pasemos a mayores: las heces, esas masas comúnmente llamados “chorizos”.
Una cosa que siempre me he preguntado es que si a una masa fecal con forma de palote se le llama chorizo, a una diarrea ¿se le llama puré de fabada?.
Es una curiosa forma de relacionar la comida con el producto final de la misma.

Cuando me como por ejemplo una albóndiga, me la imagino despedazándose en trocitos, mezclándose con los fideos de la sopa, saltando encima del yogurt natural azucarado… todo ello a fuego lento y tras removerlo y pasarlo por el ‘pasapurés’, ¡mierda!. Hubiera preferido que la albóndiga se convirtiera en una goma de borrar, los fideos en unos lápices de colores y el yogurt en tippex, así en unos meses me montaba una papelería.

Hablando de papeles, no os olvidéis de reponer el papel higiénico cuando acabáis el rollo, el siguiente donut-interglúteo os lo agradecerá.


PD: saludos y agradecimientos a los que me habéis comentado por aquí hasta ahora. No son saludos de mierda ni mucho menos están hechos con esa parte de la anatomía. Son tan sonrientes y limpios como Pato WC, aunque vienen con retraso (como el ambientador).