lunes, abril 25, 2011

trabajar

Semana Santa.
Trabajamos por la conservación de nuestro mártir.

Se trabaja por la conservación de las tradiciones. Algunos lo hacen por el frevor religioso, otros por el espectáculo y los suertudos porque hay vacaciones.

Disculpen las molestias si seguimos con el tema de la semana.

Vaya manía tenía Dios con hacerlo todo por semanas. Empezó por crear el mundo en siete días. De la traza que quedó, ¿qué le hizo pensar que lo de clavar a su hijo en una cruz le iba a salir bien planificando todo así, zas, en una semana?.
Luego flipó cuando resucitó al tercer día.
Coooño, ponle un poco de interés, un transplante de hígado (que si lo planificas por la Seguridad Social ya tienes historieta pa unos años), ponle que a la cruz le falte una pieza que viene de Alemania, o que se les cortase la mayonesa de la última cena y se pasaran la noche abonando los olivos en vez de orando.
Mucho meterle pasión pero nada de intriga, ni efectos especiales... ¿Qué le costaba hacer que cuando el gallo abriera el pico para cantar la tercera vez apareciera el Águila Roja y lo atravesara con una patata frita? Entonces aparecería Ramoncín (otro pollo, aunque estuviera frito) y cantaría el cocoguagua con Justin Bieber y Melody haciéndole los coros.
¡Escenifica eso en una iglesia si quieres hacer penitencia! Tanto latigazo y tanta mariconada. Uuuuuh.

Se acabó la semana santa. Hala, a rascalos.
Molesten las disculpas.

jueves, abril 21, 2011

Color

Una nota de color. Fosforito y subrayado. Porque lo natural no es cuidarse (como dicen en el anuncio), es arriesgar.
Plantarse ante lo común y no tener miedo a que te señalen por friki (una palabra muy común, curiosamente). Molaría ¿verdad?.

Miedo. Vergüenza. Pensamiento lógico.
Y a pesar de esto, seguimos cayendo en el comportamiento absurdo. Reincidencia con alevosía.
El pensamiento lógico nos hace sentir vergüenza del pasado y miedo ante el futuro.

Queda un consuelo. Donde hay mucha hierba, no se ven los palitos fosforitos. Ufff.
Tal vez... debe de haber más palitos por ahí escondidos. Ufff.
Ahora el pensamiento lógico me avergüenza del miedo.

No pasa nada. Siempre podría ser peor.

viernes, abril 15, 2011

Por gustar...

Me gustaría (tener la capacidad de) ser:


a) Bailarina. De hip-hop o de cualquier cosa bailable. Porque hasta la sintonía del telediario tendría su coreografía.
(aunque mis capacidades de coordinación del cuerpo no son las idóneas)


b) Futbolista. De defensa o en el mediocampo.
(aunque mis capacidades de coordinación con el balón no son las idóneas)


c) Monologuista. Tantos años sin que nadie me escuche, casi estoy por conseguirlo.
(aunque mis capacidades de coordinación lingüistica no son las idóneas)

d) Guionista. De comedia inverosímil, escatológica y costumbrista.
(aunque mis capacidades de coordinación narrativa no son las idóneas)

Entonces...
¡Seré alcaldesa! Porque con todo lo anterior es difícil hacerse rico.
(aunque mis capacidades de coordinación para hacer el mal espero que no sean las idóneas).

domingo, abril 10, 2011

Ir tirando

Ahí te quedas. Yo voy tirando.

¿Como estás?
Voy tirando.

Seguro que te pierdes; llévate este trocito de pan.
Vale, y lo voy tirando.

Tirar parece una acción de derrota. Según el contexto, puede ser de victoria, de avance. Ir tirando es más que quedarte quieto. Y sin embargo, no es huir.
Parecía que se terminaba el camino...
y a la vuelta de la esquina, cambio de tercio y otro largo camino para recorrer.
Así es la vida, un entrelazado de caminos y cunetas. Unos de barro, otros de asfalto y otros imaginarios.

Mirar atrás solo para echar una mano al que se queda rezagado. Adelante para planear cada paso. Mirar abajo para confirmar que pisas suelo firme, no te olvides de vivir el presente o tropezarás.

domingo, abril 03, 2011

Allá

Muchas cosas están tras la vuelta de la esquina. Algunas son predecibles y otras una sorpresa. De cualquier modo, el tiempo pasa inexorablemente.
Algo que seguramente llegará es el verano. Tic tac tic tac.
Asoman los primeros rayos de sol achicharrantes y las chichillas por debajo de las camisetas menguantes.
Los pies, liberados, se hacen cómplices de las chanclas y sandalias de temporada.
La ensaladilla rusa deja de ser "esa masa apestosa que brilla tras la barra de un bar" para convertirse en comida habitual los fines de semana.

Mientras todo ello llega, las golondrinas siempre dando por culo. Que no se puede salir a la calle ¡hostia ya!. Planean a la altura del tercero cuando te asomas a la ventana y a ras de suelo si se te ocurre salir a pasear.
Por no hablar de las putas palomas. Que no se apartan "porque no te ven", pero bien que se te tiran contra la cabeza de un salto/vuelo cuando estás desprevenido. ¿Tengo cara de alpiste o qué?