sábado, agosto 27, 2011

¿Qué hay?

¿Qué hay tras el matu?
¿Por qué corre esti fatu?
Parez que lleva en la mano una cartera,
corre porque ye un fatu cualquiera.
Asustose de lo que vió al otru llau,
sería Paquirrín chupando un xelau.

Señales indecisas que advierten de peligros inconcretos.
No corras mucho. ¿Cuantu ye mucho?.
Conozco un caracol que se lió con una babosa. La relación no funcionó porque ella sólo lu quería por el interés, porque tenía una casa. Además era una guarra. Y le ponía los cuernos (al sol sol sol y a la sombra).

jueves, agosto 04, 2011

ey tron

Eeeey ¿qué pasa, tron? ¡Que rule!


Nací con una panadería debajo del brazo. En mi generación todavía pasábamos las tardes con Chema, el de Barrio Sésamo.

Algunos dicen que nací con estrella. Con muchas. Era ya de noche.

Mi padre se despidió de mi madre en la puerta del paritorio diciendo "que la fuerza te acompañe". A las pocas horas se presentó en mi cuna y perdiendo las facultades de la pronunciación adulta, exclamó con cara de gilipollas: "cuchi cuchi cuchi, xoy tu padre, xiii, xoy tu padre". Por no llevarle la contraria (no fuera que me quedase sin paga), le agarré de la mano para cruzar la carretera hasta el lado oscuro.

La oscuridad es lo que tiene, que no es muy soleada. Por eso soy de tez blanca.

Tengo un ojo de dos colores. Yo le llamo "mi ojo clínico". No es que me infiera poderes adivinatorios ni sanadores, lo de clínico es porque debería visitar una clínica experta en ojos, preferiblemente los de la cara. Lo voy posponiendo porque temo que no encuentren solución y encima pierda el otro. Es vox populi que algunos tratamientos cuestan un ojo de la cara. Dudo que se conformen con el defectuoso.

No es cierto que sea tacaña. A mi me gusta gastar. Sobretodo gastar bromas.
Cuando la cadera de preadolescente me lo permitía, solía introducirme bajo las camas para agarrar por sopresa los tobillos de las incautas víctimas que se acercaran buscando "la guaja esta que siempre está escondía". Mi familia aún no ha visitado un cardiólogo. Patentaré los sustos como desfibrilación natural ante el desgaste cardiaco relacionado con la avanzada edad.

Después de publicar esta entrada, haré un golpe de estado. En facebook. Golpe, pum. Algo simple, pum. O tal vez algo más elaborado (por eso de ser rara) como patapum. Un porrazo que tenga consecuencias en twitter. um um um... La onda expansiva de las redes sociales.

Biografía ON. (enter)