martes, junio 25, 2013

qué


¿Por qué? o ¿Por quién?
Me la pela.
Estoy orgullonsa de ti, y de ser quien soy gracias a ti.
Me has acompañado en los peores momentos y amenizando los buenos.
Cada día sin ti es un día menos para estar contigo. Te hablo cada día. Sí, soy muy pesada y mi inglés va perdiendo vocablos y fluidez. Por eso supongo que el otro día me preguntaste desde el cielo What?!. Nada, Michael, nada; sólo que te echo de menos.

Últimamente están pasando tantas cosas...
Tan frágil y eras el pilar de la familia. La casa se desmorona y atrapa lo que más quieres. No tengas miedo, son fuertes, tú les diste una base de educación.

¿Y si todo hubiera sido de otra manera? No sabemos.
Te nos fuiste y te dejaste ir. Aunque del mejor modo, sigues con nosotros. Vives en muchos corazones, en mucho mucho mucho arte que nos dejaste de herencia. Ooooh, sí, ¡somos ricos!. Hay muchos artistas pero pocos pueden llegar a tener tu magia. Ey tio, ¿por qué no haces un truco guapo y vuelves?. Un moonwalk o unas vueltas de esas a toa leche...

Oigo tu voz y sonrio, aunque esté en el mayor de los cabreos.
I love you nunca tuvo tanto sentido.

Siempre, siempre (a no ser que el alzheimer me joda, que ni así lo creo) estarás en mis pensamientos.
Desde aquella primera vez que escuché Black or White en el coche, un flechazo a mis oidos, a mis pies... Y con solo conocerte, amarte... (before you judge me, try hard to love me) mi vida cambió.

Gracias por existir.
Gracias destino por hacerme coincidir en el tiempo con un puto genio.
mi canción favorita/fetiche

lunes, junio 17, 2013

decisiones

Las decisiones no siempre son difíciles. Ni siquiera las podemos controlar. Hay decisiones que no decidimos.

Un día te das cuenta que te gusta mucho una cosa, una persona. Y entonces te haces fan. Tú no decides hacerte fan; simplemente lo eres y ya está.
O te gustaría ser tal profesional. Te lo propones, lo decides, y tal vez lo consigas.
La complicación no depende sólo de la meta, sino del empeño que pongas en de verdad quererlo.

Cuando notas que algo falla, que la carrera está en pause, necesita volver a darle al play. Tocar la tecla, volver a decidir. Un cambio para que todo siga igual.


Nada ha cambiado por dentro. La coraza estaba podrida y podía llevarme con ella.
Sigo muy dolida. Sigo sintiéndome afortunada. Sigo queriendo. Seguiré luchando.
Tomé la decisión y todo sigue igual. Bien.

Parece una tontería. Y lo es. Yo me entiendo. Ta luego.

domingo, junio 02, 2013

¿Pur qué?

¿Pur qué?
Nos preguntamos.
¿Pur qué nun quier venir el veranu?


Tengo una idea.
Todo es un complot de las sandalias. Están hasta las tiras de aguantar nuestros pies sudados, los callos siempre quejándose, incluso los deshonrosos calcetines.
Si al menos fueran como las chanclas, que pueden vengarse de nosotros haciendonos daño entre los dedos...

Las sandalias tienen sus propios rangos, sus estatus. Las de fiesta son unas estiradas, ahí con sus taconazos. O las de descanso, ergonómicas, las feas caras, las fieles compañeras de los pies más cansados y angostos.

Lo que no me explico es como consiguieron chantajear a Dios para que siga enviándonos este frio.
¿Acaso Dios usa sandalias? Ah, pues sí, que Jesús y colegas así iban. Supongo que en el cielo del paraiso infinito, eso debe ser una fiesta, así que Dios irá con sandalias de tacón. Y lentejuelas, que cada vez que se nos aparece, brilla con su propia luz.

Propongo utilizar las sandalias como maceteros, o para recudir la ensalada, o de trampa para cazar minotauros.
JA! Se iban a enterar.
Podrán quitarnos el verano, pero nunca nos quitarán... ¡¡¡la pataletaaaaaaaa!!!

PD: la foto no tiene nada que ver, no le des más vueltas.