Me he alucinado un pelín con lo que está siendo el fenómeno Chiki-chiki. Baila el chiki chiki
Menos mal que tenemos al follonero para enseñarnos el camino correcto.
La ancianita de la foto está situada en la entrada de la residencia donde curro. Ya entonces sabían de la importancia del yin y el yang.
Tanta campaña electoral y tanto chiki chiki me están volviendo turuleta (como la gallina). Véase:
No soy Bambi, pero intento buscarle el lado positivo a todo. Esto, junto con el aburrimiento, da una patata con cara y pelo (natural y canoso).
Lo que hace el aburrimiento... (que síiiii, y la locura crónica también).
1bsin
2 comentarios:
Si te sirve de algo, tus entradas valen más que antes. Y cuando digo entradas no me refiero a lo que yo tengo en exceso, sino a cada nueva reflexión que escribes. Yo y mi jodida manía de dejar todo bien explicadito.
Pues sí, pues sí, vaya con el fenómeno chikichiki. Yo creo que no se imaginaban hasta donde iba a llegar la "broma".
Te iba a decir algo más de la entrada, pero se me ha olvidado.
Voy ahora mismo a tomarme mis pastillas para el alzeimer. Si lo escribo hasta mal...¬¬
¡¡Besucos guapa!!
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