Hoy ponemos punto y final a la historia de mi churrirregalo. ¿Por qué? Pues porque ya lo he recibido. Porque ya le he dado su uso. Y porque me estaba poniendo más cansina que Bartolo con el violeo de camioneros en la M30.
Dije que lo explicaría en su dia y ese día ha llegado.
Comencemos por el principio.
Era un 10 de diciembre cuando me encontré esta imagen en Captura.

También como cada día, me pasé por el foro. Me apeteció comentar que quería esa imagen como fondo de pantalla. Me parecía buena idea.
Pero claro... esa imagen pequeñita, al ponerla de fondo, se emborronaba.
Necesitaba la foto original. Y así lo dije un poco más adelante.
Se me fue la perola. ¿Y si se la pido a Andreu? ¡Venga, va! A ver que pasa...
Varias insistencias, cabezonerías, propaganda por muchos blogs y un apoyo mediático por parte de mis colegas interneteros que nunca dejaré de agradecer (y nunca dejará de sorprenderme).
Lo pedí de rodillas. Lo pedí como regalo de reyes por ser "buena de verdad". Y por si a mi rey majo favorito le falla la memoria, no dudé en pedirlo again.
Ni carbón ni churrirregalo. Contraataqué días más tarde con el arma más letal: la lástima y el espíritu de generosidad.
Funcionó. "ME has convencido. [...] LA encontraré y la mandaré."
Agradecimientos varios. El detalle enorgullece.
Días más tarde... "Santanderrrrrrrrrrrrrrrrrrrrr"
Bieeen.
Resultado: un portátil tuneado con una visión de Andreu con tropecientos megapixeles (que hasta le veo la celulitis a la señora que pasea por la izquierda, jejeje).

DIOS! QUÉ DESCANSO!
y qué felicidad pacificadora.
¿No es precioso? :)
De nuevo, gracias a todo el que siguió este rollo del churrirregalo. ¿Veis como era una chorrada?