
Nos encontramos ante mi primera faringitis de la temporada.
Estoy contenta, puesto que otros años a estas alturas ya hubiera pasado 3 infecciones de garganta, y mucho más jodidas que la actual.
Controlada, de momento.
Unas décimas.
Estornudos, moquillos, tos, dolor torácico, malestar general y las articulaciones como las de una viejita.
El síndrome catarral siempre me ha parecido cuanto menos curioso.
Es productivo. Somos nosotros, los pacientes, los que no sabemos aprovechar esa productividad y bajo los efectos de la fiebre, no le damos salida a tal cantidad de mucosidades. Incluso las podríamos vender por colores o espesor.
La parte negativa en mi caso, es no poder dormir "bien" por la sensación de ahogo. Puede ser por la inflamación de la mucosa faríngea, o por la mucosidad acumulada. Quizás ambas cosas a la vez. La cuestión es que sufro pesadillas tales como: me atraganto con un sugus (esta misma tarde, en la siesta), un desconocido me estrangula en el tren de la bruja (anoche), estoy comiendo un chicle y me pasa por mal sitio (este sueño es recurrente aunque no tenga catarro), sube la marea y me atrapa en el coche mientras cruzo la ria (aquí es por ir a misa y escuchar lo de separar las aguas, que siempre me dio miedo esa escena).
Aquí estamos. Bien pero regular.
Bien.
Luego dirán que estoy loca.
Nooo, amigos de la nave del misterio. Tengo la neurona con febrícula.
PD: ¿las neuronas tendrán culo? Si tienen tanto
morro, por algún lado tendrán que expulsar lo
amorreado...
PD2: hola Zaratustra. Ya que este blog se ha vuelto un diálogo a dos, me parece correcto saludarte al menos.