Finde

Mirando al mar. Con chanclas y aún en pijama.
A través de la cristalera, era como levitar.Dentro, la sensación de protección y de "¿ande vamos de estes traces?" se mezclaba con el miedo de quedar con cara de gilipollas cuando perdiéramos ante el Depor.
La protección se esfumó cuando empezó a llover mientras visitábamos el puerto. Nos aventuramos hacia la Torre de Hércules y ... ¡ahí sí que nos pusimos que vaya traces!. Los paraguas eran unos inútiles trozos de tela anudados a un palo y alambres. El chubasquero pedía una tregua. Y los vaqueros pillaron complejo de esponja.

Cambio de tercio. (Y de ropa).
Porque la cosa fue aclarando.


Y la noche se quedó estupenda.
Y viene el Depor y nos mete un gol.
Y va el Sporting y le empata.
Y vamos un montón de asturianos y nos ponemos ciegos de pulpo y albariño.
Tan típico como el paseo. Tan bueno como el churrifotismo. Y tan alucinante como imaginar que las luces son una nave extraterrestre y las piedras nos protegen como una red intergaláctica del hipotético ataque alienígena.Seas Carmen o no, puedes dejar tu mensaje.