Michael, I miss you.
Tan querido y tan odiado. No entiendo como pudo suceder todo de este modo.
Igual que si intentas secar un papel estrujándolo y escurriéndolo como una bayeta, al final termina rompiéndose.
Pasa el tiempo y no entiendes de fechas. El recuerdo, la memoria, aparece en cualquier momento y en cualquier lugar.
¿Dónde están esas manos cuando se piden a gritos?
Porque hay veces que las más lejanas son las que más te agarran a la vida. Gracias.
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