Menos da una piedra
El que no llora no mama
Éramos pocos, parió la güela
y así un largo etcétera de frases tontunas que todos aprendemos y recitamos en su momento.
Todo es cuestión de decidirse. Nos liamos la manta a la cabeza y en unos días nos plantamos en otra ciudad, rodeados de otra gente. No sin antes pasar por la citada carretera.
Más movimiento y menos manta necesitaré. A ver si mejoro de esta maliquera recurrente.
(explicación a todo esto en la siguiente entrada, que dejaré programada porque seguramente no podré hacerla, el miércoles 23)
((saluos a Zara y gracias por los comentarios, siempre sin desperdicio))
1 comentario:
Gracias,tía.Si fuera fino,te diría que lo hago porque es para mí un placer,pero como no lo soy,ni quiero serlo,sólo te diré que lo hago porque me presta.
Y lo mismo me presta leerte que escribirte.
Que bueno es coger "carretera y manta",aislarse temporalmente de la oscura repetición diaria.Debería de haber una ley que prohibiera la repetición obligada y cotidiana de movimientos,que no hace más que atarnos a una rutina,casí mecánica,inhumana,cruel.
Cuando nos animan a "no perder el tiempo",no hacen mas que obligarnos a perderlo,el nuestro,el verdadero...
Y nos pasamos la vida adoptando pautas,como un reloj,hasta que se nos acaba la cuerda,y es entonces cuando vemos como hemos utilizado nuestro tiempo,que es limitado y finito,tirándolo al vacio,y como el saldo de nuestra cuenta vital se agota sin otra satisfacción que ver como hemos repetido 4 o 5 cosas,miles y miles de veces,sin mas resultado que el tedio y el cansancio.
Si vas a viajar:¡Buen viaje!
Si estás algo maluki:¡Que te mejores!
Ah,y si vas a cumplir años:¡Felicidades!
Los años,todos,sólo se cumplen una vez.
zara
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