lunes, marzo 26, 2012

ricamente

Y estar aquí, en mi sitio, ya caliente y acomodado.
Bajo el sol o a la sombra.
Esti ye el mi pumar y hasta que no vuelva Aquiles, tengo un remanso de paz.


Me traen lechina con pan, jamon york y hasta croquetes.
Heredé la vida de mi padre. Por aquí ye costumbre que si te pones debajo de una ventana a miagar, alguna persona arrugada te tire algo de comida.
Así que esta es mi vida. A veces me pongo aquí porque me gusta ver como trabaja la enfermera. Oye, los humanos son unos quejicas.
En cuanto cae el sol, aquí ya da la sombra. Entonces es el momento de la cena. Bajo hacia los bancos y enseguida me traen algo, en platu y si me pongo farrucu igual me traen hasta el mantel. ¿A ver qué menú toca hoy? ¡Coño, sardines!
Limpio los bigotes y cuando amanece veo pasar dos corzos. Pasen de mi, son bobos, ¡cornudos!.

Miaaau. Y así pasan los días, tan ricamente.

jueves, marzo 22, 2012

Discrepo


A veces leo cosas y me enojo. A lo tonto y sin motivo. Simplemente por no estar de acuerdo.
Hoy me pasó al leer una entrada del blog de Buenafuente.
Empieza bien: "Cuando ves a gente muy "rara" ejerciendo de padres, se te pasan todos los temores. Ese "no podré" o "no voy a saber cómo criarlo..."."
Vale, eso lo hemos pensado muchos en alguna ocasión. Es más, si en cualquier parte del mundo, con cualquier variada cultura, la gente sigue teniendo niños y misteriosamente llegan a adultos (que a su vez tienen otros niños que llegan a adultos (y así esta entrada se podría hacer como un agujero negro de genes infinitos)), (si estás leyendo esto en voz alta, te permito que leas los paréntesis para adentro para coger aire porque no sé como coño terminar esta frase y poner el punto final), será que no es tan difícil. ¡¡Eeey, un punto!!. No, si al final va a ser más fácil tener un hijo que escribir un blog. Bueno, criarlo, porque crearlo es fácil y divertido. Me refiero al niño porque el blog... ¡que me lio!.

Luego el ex-perillas se lia la manta a la cabeza y dice que esto de los niños es cosa de mujeres. Vale, no lo dice, pero lo dice.
Bromeamos mucho con que si tuvieran que parir los hombres, se extinguiría la especie. Hombre... seguro que hubieran inventado antes la epidural. Y total, la postura de un hombre y una embarazada en el sofá es casi la misma, eso ya lo tienen practicado.

Hablando en serio, si la crianza y educación de la criatura la llevó con más carga la mujer hasta hace unos años fue por la escasa incorporación de las mismas al mercado laboral. Cosa normal y lógica: el hombre veía a ese niño los domingos (para ver juntos el futbol e inculcarle el amor por el equipo de turno) o por las noches (después de trabajar, ver al niño dormitar). La mujer era quien le llevaba y traia al cole, le daba su comidita, le regañaba si no hacía los deberes (luego el padre reñiría si las notas no eran adecuadas, por pintar algo en todo esto, más que nada), vigilarle en el parque,...
Pero ¿qué está pasando?. Que ahora los padres, ambos, de igual o distinto sexo, deben trabajar. O trabaja uno, cualquiera. O ninguno. La carga del niño ya no es sobre la XX. La mujer ya no está educada para atender a lo que le sale del coño, sino que decide hacer lo que le sale del coño.
Ahora se dan casos de mujeres que no quieren hijos y hombres que lo desean y lo viven con intensidad.

Luego está el estereotipo de "cabeza de familia". ¿Hay que tener un pito colgando o va por concurso de oposición?. El concepto de familia actual es tan complejo e infinito como el propio universo. Cuando volvamos a la cueva, aceptaremos macho como jefe de la manada. Mientras tanto, cualquiera puede ganarse el título con cariño y dedicación.

Igual es que soy un poco rara y pienso todo esto porque sería "el perfecto padre". Jugar, comprobar que sigue vivo al final del día y firmar una cartulina al acabar el curso. ¡Qué divertido!

No hijo no, todavía no hace falta sacarse el carnet para hacerse cargo de un nuevo humano (y están tardando). ¿Se quemó la paellera de tanto dejar el arroz en el fuego? Pues te jodes y te aguantas. Y cambia el chip, coño!. Si lo quieres, ve a por ello, y si no lo quieres, no te metas.
Buuuh. ¿Ves? Ya me encabroné.

miércoles, marzo 14, 2012

indecisión

Cuando las dudas te asaltan, muchos coinciden en recomendarte que lo consultes con la almohada. Los que no se quieren mojar, lo echan a cara o cruz. Y los más románticos te dirán que deshojes una margarita.

¿Qué pasa si las margaritas tienen su cara y su cruz mientras lo consultan con la noche?
Un día de estos vi un campo lleno de margaritas. Plagando de puntos blancos un manto verde.
Pasé por ese mismo lugar cuando ya había entrado la noche. Pensé en hacer una foto con sombras sobre esas florecillas. Encendí los faros del coche y ¡oh!


¡Cerradas!
La naturaleza estaba ya durmiendo.
No era mi intención despertarlas. Caminé despacito, sin pisar ningún familiar. A su lado, algunas aún estaban trasnochando.


Se ve que esto de cerrar los pétalos también va por edades. Las grandes margaritas me miraban atónitas. Tal vez con miedo a ser pisoteadas o a que las despojase de su vestido blanco.

Al día siguiente habían pasado la segadora.
Ni rastro de mis amigas. Sólo verde. No hubo indecisión en sacar la cámara e inmortalizarlas.
Volverán, como vuelve la primavera. Volverán a disipar las dudas de aquella niña que fue arrancando una por una hasta que la definitiva le dijo "me quiere". Y punto. Decisión tomada.

¿Quien quiere ser una rosa cuando ya se es capulla?

domingo, marzo 04, 2012

echar de menos

Echar de menos es lo contrario que echar de más.
Cuando tienes menos de lo esperado, se crea una necesidad. Un anhelo de rellenar ese vaso para echar lo justo.
Unos dias soleados me recordaron el placer de pasear por la playa. Pero pasear cuando apenas hay gente, no en el "echar de más" del verano.


El tremendo cansancio post-laburo me impidió hacerlo físicamente. Me rendí en los brazos de morfeo, viendo con los ojos cerrados esas olas dubitativas, que van y vienen sin saber donde morirán.

El estrés físico y psíquico todavía no cesa. El emocional ha dedajo paso a una paz interior de sentir haber hecho lo correcto.
Ahora me acuerdo de las palabras de un amigo cuando hablamos de ampliar la visión de la vida. Ver más allá de mi campo de visión, hace que esos pequeños puntos negros de mi alrededor se vuelvan insignificantes. Son simples granos de arena sobre los que se puede pisar para avanzar.
Es lo que hay. Y, de momento, no está tan mal.

Empecé esta entrada sin saber lo que decir y si no pudiera haberlo dicho, lo estaría echando de menos.