lunes, marzo 26, 2012

ricamente

Y estar aquí, en mi sitio, ya caliente y acomodado.
Bajo el sol o a la sombra.
Esti ye el mi pumar y hasta que no vuelva Aquiles, tengo un remanso de paz.


Me traen lechina con pan, jamon york y hasta croquetes.
Heredé la vida de mi padre. Por aquí ye costumbre que si te pones debajo de una ventana a miagar, alguna persona arrugada te tire algo de comida.
Así que esta es mi vida. A veces me pongo aquí porque me gusta ver como trabaja la enfermera. Oye, los humanos son unos quejicas.
En cuanto cae el sol, aquí ya da la sombra. Entonces es el momento de la cena. Bajo hacia los bancos y enseguida me traen algo, en platu y si me pongo farrucu igual me traen hasta el mantel. ¿A ver qué menú toca hoy? ¡Coño, sardines!
Limpio los bigotes y cuando amanece veo pasar dos corzos. Pasen de mi, son bobos, ¡cornudos!.

Miaaau. Y así pasan los días, tan ricamente.

1 comentario:

ZARATUSTRA dijo...

Si es que los más burros somos nosotros.
Corremos todos los días a trabajar,desde bien jóvenes hasta que no podemos con los ------.¿Y todo para qué?,que si no trabajamos no comemos,que no nos acepta nadie,que no podemos emparejarnos y tener hijos,que nos avergüenza ser pobres...¿y quien ha dicho esto?
pues ríete,nosotros mismos.
Claro,he de reconocer que no contamos con un ser superior(supuestamente)que nos dé de comer cuando tenemos hambre,porque esa división (superior-inferior)ya la establecemos nosotros de antemano.
¿Y cómo empezó esto?
Supongo que uno sacó los tomates más gordos y abundantes que el otro.Viendo esto el primero,decidió que él era superior,por lo que ofreció al pobre desdichado trabajar su tierra para darle una parte de la cosecha y evitar que se muriera de hambre.De paso,así el opulento no daba golpe.
Le daría justo lo necesario para sobrevivir,de otra manera corría el peligro de hacerlo rico y acabar el chollo.
El pobre nunca podría salir de su estado,condenándolo de por vida a esa exclavitud.
Y así seguimos,y creo que seguiremos hasta el final de los días.
Unos comen sin hacer nada,y otros pasan hambre haciendolo todo.
Si quienes nos enseñan supieran hacerlo,nos adiestrarían para ser autosuficientes,y no depender más que de nosotros mismos.
Y tambien nos enseñarían a ayudar a los demás,sin pedir nada a cambio.
Y así pasaríamos los días,tan ricamente.
zara