jueves, julio 27, 2006

Años mozos


Hay que ver cómo hemos cambiado. Antes me gustaba trabajar (puede observarse en la fotografía adjunta). Ahora me gusta tocarme la barriga (no adjunto foto porque si cojo la cámara, dejo de rascarme la barriga y entonces no sería una foto de mi misma rascándome la barriga).

No es que me guste el exhibicionismo, pero hay que reconocer que mi primer top-less ha sido muy bien vendido en el mercado negro de mis álbumes de fotos. Tengo tropecientas fotos de la playa, todas en top-less. Hasta los 5 años o así, después ya, pasé a la moda pret-à-porter del bañador y/o biquini. Bueno, creo que sólo es “o”, porque no me acuerdo de haber puesto un biquini encima del bañador, y si lo hice, es que estaba muy moooñas, y entonces es normal que no me acuerde.

Aaaaay, lo que me gustaba ir con mi cubo y mi pala, construyendo chalets adosados por la playa de Rodiles… Menos mal que no me pillaron los de Marbella, que sino, me contratan para hacerles sus pisitos, con perro dálmata de porcelana a la puerta incluido (que una puede ser tacaña, pero también tengo mis detallitos).
Lo malo era que tenía mucho miedo al agua (repito: ¡cómo hemos cambiado!). Para que el agua de la mar me tocara… le tocaba a mi padre ir a 50 metros con el cubo, para luego venir y tirarme el agua por encima, “estilo ducha”, ¡y eso cuando acertaba! porque el agua estaba muy fría y corría para que no me mojara.
Mi pasatiempo preferido era ir por toda la arena rebuscando, a ver si encontraba algo. Una vez me encontre un coche de juguete, muy cutre, pero me hizo ilusión encontrar algo decente. Aparte de palos de helado y palos de árboles, no encontré nada más, ¡qué palo!. Mi infancia desperdiciada por el infortunio…

Y aquí acaban mis recuerdos de la playa. Si siguiera, probablemente me inventaría la mitad y diría que conocí a Xuxa en la playa comiendo una tortilla o que me encontré un pincho de Espinete en un castillo de arena y lo vendí al mejor postor, con lo que me compré un rastrillo amarillo (que es lo que se lleva ahoooora).

Ari.com se despide hasta la próxima conexión.
PD: texto dedicado a quien ya sabe. ;)

miércoles, julio 26, 2006

NO DOY CRÉDITO


Con esto no me refiero a que no quiera prestar dinero a nadie. Quiero decir que estoy flipando en colorines, por capítulos y por fascículos (como las colecciones de los kioscos).

Ya sabía que la prensa rosa es una carroñera. Después de más de 14 años como fan del artísta más perseguido y humillado por la prensa, ya debería estar acostumbrada. Pero ahora han herido a otro de mis ídolos. Con esto no contaba. Una persona que no ha dado nunca ni un mísero escándalo, que lleva una vida normal, un trabajador “con suerte” que hace lo que le gusta y encima le sale bien.

Pero ¿cuándo empezó todo este lío? ¿Cuándo los hombres de Atapuerca espiaban a sus vecinos a través de un agujero en la roca? ¿Cuándo la invasión de Troya? (ese caballo fue la primera cámara espía, lo que pasa que no acertaron en el tamaño).

Siempre hemos sido unos cotillas, unos más que otros. Hay quien no quiere saber nada, por miedo a saber demasiado (véase Duquesa de Alba: “yo no seee naaada”) y hay quien quiere saber demasiado en tan poco tiempo que cualquier día va a explotar de tanta presión (véase María Patiño: “¡Teengo Papéeeles!”).

Los que algún día explotaremos, seremos nosotros, los ciudadanos de a pie (y los que cogemos el coche para ir a por el pan, también). Cuando ésta situación no aguante más, nos va a llenar las casas de mierda; porque eso es lo que pasa cuando explota una bolsa de basura ¿no?.

Se nota que estoy un poco hasta los ovocitos de tanta falta de respeto por la intimidad, la libertad y la privacidad. Y aquí que no me vengan los cuatro palurdos a hablar del derecho a la libertad de expresión. Los derechos de cada persona acaban donde empiezan los derechos de la otra. Si tanto interés hay en las personas que salen en la tele, ¿por qué no vemos las intimidades de estos “periodistas del corazón”? Que nos enseñen sus calzoncillos después de un fin de semana seguido de juergas. Queremos ver el vídeo de Lidia Lozano vomitando cuando bajó del avión en Cuba, cuando estaba buscando a la hija de Albano. AR Quintana podría ser portada de Interviú enseñando sus colgajos. Boris Izaguirre… bueno, a éste sólo le falta por enseñar las paredes del estómago (si es que tiene).

Éste tipo de “periodismo” existe porque hay quien lo consuma. No basta con decir “es que no hay otra cosa”. Prefiero ver un documental en La2 de cómo se alimenta el escarabajo pelotero a ver cómo se contonea un extriunfito en una conocida discoteca de Ibiza.
Lanzo otra cuestión: <<¿Quién defiende el derecho a la intimidad de los animales? Porque está claro que los documentales de National Geografic son una violación de la privacidad de esos seres vivos…>>

Y no quiero entrar en el tema de la guerra que está sembrando de horror Oriente Medio, porque entonces sí que exploto y las manchas de sangre se quitan muy mal en una pared de gotelé.

PAZ Y HUMOR.

domingo, julio 09, 2006

Cantando con el culo


El concierto no fue malo, pero tampoco muy destacable. La verdad es que me supo a poco y me esperaba algunas canciones más conocidas que brillaron por su ausencia. 24 h después, todavía me dura la sordera. Mi primer concierto de “rock” y ya tengo lesiones… A pesar del título, debo apuntar que a mi me gusta cómo canta este tío; me gusta el estilo, pero es que la foto me lo puso a güevo (y volvemos con los huevos…).

Respecto al relato que me publicaron en El Comercio, creo que no es un gran logro. Deben de publicar casi todos los que envían, porque supongo que enviará poca gente. El tema es el Verano. No es gran cosa (la verdad, es una caquita de perro), pero por petición unánime (1 de 1) voy a ponéroslo. Aviso, es miiiicro-relato porque las bases son “de 1 a 50 palabras”; comprendereis que no puedo escribir un betseller.
Relatín (que no es que sea dos veces latín, es un relato chiquitín):
“Eran tres los chavalitos, descubriendo la playa de Rodiles por primera vez. En Madrid no hay este olor a mar y eucalipto. Sólo se les borró la sonrisa cuando dejaron atrás un verano inolvidable. No dudaron cada año en volver. Aquí encontraron su primer amor, su futuro y su envejecer”

¿Ves? Poca cosa. Pero para mi ya es bastante. En realidad me da un poco de vergüenza ver mi nombre bajo semejante chorrada, pero es MI chorrada. Mido alrededor de 1’60, así que con algo mediano y que me interese y distraiga tengo más que suficiente.
PD: soy una copiona. Mi alias en la literatura es A.R. Quintana Jeje. ("jeje" es segundo apellido)

Saludos del coco (es que yo me he portado mal y ha venido a comerme).

viernes, julio 07, 2006

En verano ¡a la playa!


Y por fin, llegó la época de playa.
El olor de la mar mezclada con la de los eucaliptos... la brisa... los rayos del sol... las zambullidas en el agua... los paseos por la orilla... los juegos... las siestas vuelta y vuelta (a la parrilla).

Hoy me han publicado un microrrelato en el periódico El Comercio. Sortean un mp3 o no sé qué, pero me da igual, a mi me hace ilu ver mi nombre ahí escrito. También envié una foto, pero todavía no me la han puesto. Espero verla un día de estos.

Por la noche voy a un concierto de MClan. Las entradas están muy caras y habrá cuatro monos. Pero mi madre ha conseguido un par de entradas gratis porque es socia de las fiestas y daban 500 entradas para los socios. Qué guay. Me gusta su música, espero que no me desagrade el directo. Dicen que no es muy bueno, pero prefiero comprobarlo por mi misma. Además, a caballo regalado...

Ya tengo a la jefa en el trabajo otra vez (se había marchado unos días a Barcelona). No es ni bueno ni malo. Es un hecho. Y este mes, paga extraordinaria. Esto sí que es un buen hecho.

Ta luego. A ser bueninos, que viene el coco.

martes, julio 04, 2006

"Tocando los güevos"


Me han preguntado si me gusta el verano. Pues bien, no lo sé.

El exceso de calor aumenta mi transpiración. La ropa (lo poco que llevamos) aumenta mis complejos y baja aún más mi autoestima.
La rinitis alérgica hace que me pase el día estornudando y la noche ahogada por la mucosidad.
Mi pueblo se llena de turistas que preguntan por museos, monumentos, sidrerías o calles que ni siquiera sé que existen. Sólo me queda decir: "no soy de aquí". Y pienso: "no soy de este planeta".

Las golondrinas no me dejan asomarme a la ventana. Vale, me has descubierto, tengo pánico (fobia) a las golondrinas en particular y a todo bicho volador en general. Cada vez que me asomo, un animalito de éstos pasa rozando mi cabeza, y claro, tengo que dar un grito. Primero siento miedo y a continuación vergüenza (cojonudo!).... ¿Loca yo?, estás loc@. La locura de los locos, todo cuerdo la quisiera, porque un cuerdo sin locura es un verano sin sol, una noche sin luna o una televisión sin Buenafuente.

Llegamos a otra de mis obsesiones, Buenafuente. Pero creo que esto da para otro tema.

Ta luego fios. A ser bueninos... que viene el coco y te comerá...
(que le aproveche)