jueves, marzo 22, 2012

Discrepo


A veces leo cosas y me enojo. A lo tonto y sin motivo. Simplemente por no estar de acuerdo.
Hoy me pasó al leer una entrada del blog de Buenafuente.
Empieza bien: "Cuando ves a gente muy "rara" ejerciendo de padres, se te pasan todos los temores. Ese "no podré" o "no voy a saber cómo criarlo..."."
Vale, eso lo hemos pensado muchos en alguna ocasión. Es más, si en cualquier parte del mundo, con cualquier variada cultura, la gente sigue teniendo niños y misteriosamente llegan a adultos (que a su vez tienen otros niños que llegan a adultos (y así esta entrada se podría hacer como un agujero negro de genes infinitos)), (si estás leyendo esto en voz alta, te permito que leas los paréntesis para adentro para coger aire porque no sé como coño terminar esta frase y poner el punto final), será que no es tan difícil. ¡¡Eeey, un punto!!. No, si al final va a ser más fácil tener un hijo que escribir un blog. Bueno, criarlo, porque crearlo es fácil y divertido. Me refiero al niño porque el blog... ¡que me lio!.

Luego el ex-perillas se lia la manta a la cabeza y dice que esto de los niños es cosa de mujeres. Vale, no lo dice, pero lo dice.
Bromeamos mucho con que si tuvieran que parir los hombres, se extinguiría la especie. Hombre... seguro que hubieran inventado antes la epidural. Y total, la postura de un hombre y una embarazada en el sofá es casi la misma, eso ya lo tienen practicado.

Hablando en serio, si la crianza y educación de la criatura la llevó con más carga la mujer hasta hace unos años fue por la escasa incorporación de las mismas al mercado laboral. Cosa normal y lógica: el hombre veía a ese niño los domingos (para ver juntos el futbol e inculcarle el amor por el equipo de turno) o por las noches (después de trabajar, ver al niño dormitar). La mujer era quien le llevaba y traia al cole, le daba su comidita, le regañaba si no hacía los deberes (luego el padre reñiría si las notas no eran adecuadas, por pintar algo en todo esto, más que nada), vigilarle en el parque,...
Pero ¿qué está pasando?. Que ahora los padres, ambos, de igual o distinto sexo, deben trabajar. O trabaja uno, cualquiera. O ninguno. La carga del niño ya no es sobre la XX. La mujer ya no está educada para atender a lo que le sale del coño, sino que decide hacer lo que le sale del coño.
Ahora se dan casos de mujeres que no quieren hijos y hombres que lo desean y lo viven con intensidad.

Luego está el estereotipo de "cabeza de familia". ¿Hay que tener un pito colgando o va por concurso de oposición?. El concepto de familia actual es tan complejo e infinito como el propio universo. Cuando volvamos a la cueva, aceptaremos macho como jefe de la manada. Mientras tanto, cualquiera puede ganarse el título con cariño y dedicación.

Igual es que soy un poco rara y pienso todo esto porque sería "el perfecto padre". Jugar, comprobar que sigue vivo al final del día y firmar una cartulina al acabar el curso. ¡Qué divertido!

No hijo no, todavía no hace falta sacarse el carnet para hacerse cargo de un nuevo humano (y están tardando). ¿Se quemó la paellera de tanto dejar el arroz en el fuego? Pues te jodes y te aguantas. Y cambia el chip, coño!. Si lo quieres, ve a por ello, y si no lo quieres, no te metas.
Buuuh. ¿Ves? Ya me encabroné.

1 comentario:

ZARATUSTRA dijo...

Totalmente de acuerdo.
Los que escribieron ese libro,dudo mucho que dediquen suficiente tiempo a sus niños,ganan mucho dinero,y eso hace que te eximan de limpiar cagadas de críos.
Siempre he pensado que tener un hijo/a es algo muy serio,que implica obligatoriamente una buena dosis de responsabilidad.
Sobra decir que esa responsabilidad ha de ser compartida por los dos protagonistas de la fechoría.
Pero si estos señores cuidan de sus hijos,pues muy bien,pero no hacen nada de más.
Si la mentalidad de los hombres sigue el rumbo que parece,corremos el peligro de confirmar eso de "esto de los niños es cosa de mujeres".
Lamentablemente,ese chip que tú quieres que cambiemos,sigue siendo el mismo de siempre,a los hombres parece importarnos un bledo todo eso de ser padres,mientras podamos ir al bar todos los días a brabuconar o especular sobre mujeres.
Siempre hay excepciones,pero muchas menos de lo que parece;recuerda que hace ya tiempo que cuidamos el lenguaje y los comportamientos para aparentar seres igualitarios,comprensivos,solidarios,casi rayando en feministas...todo teatro.
Hoy queda muy bien decir eso,sobre todo ante las mujeres,pero,en una gran mayoria,todo esto es mentira.
En fin,no queremos mojarnos y así no se cruza la mar.Triste.
zara