martes, marzo 30, 2010

que igual que viene, se va.

Pongo el título en minúscula porque podría ser una continuación de la entrada anterior.

Todos huimos de algo. La sombra de lo que somos nos persigue.
Y en el camino se entremezclan otras sombras, otros adoquines que te ponen la zancadilla, otros chicles pegajosos que no te dejan avanzar o rampas descendentes que te empujan al abismo.

¿Negativa yo? No señor.
El que huye es porque tiene fuerzas para correr.
El que tiene sombra es porque existe.
El que se topa con sombras es porque tiene compañía.
El que tropieza es porque tiene aventura en la rutina.
El que se pega a chicles es porque necesita parar y reflexionar.
El que baja rampas acentuadas es porque tiene quien le empuje a seguir adelante.

Y el que vea la vida pasar, que se suba, porque igual que viene... se va.

2 comentarios:

ZARATUSTRA dijo...

No eres negativa,de ninguna manera.
Sí,huímos,corremos como presa del pánico,no se sabe de qué...o no queremos saberlo.
Creo que la gran mayoría,huímos de la mentira,el engaño,el dolor,la soledad.Esta última nos aterra,nos elimina.Sin embargo,creo que es un síntoma puramente sugestivo,la soledad no es un mal por sí mismo:"si estás sólo no te acompaña el mal"
Nuestro principal mal es el que se deriva precisamente de esa ausencia de valor a la soledad.
La vida es tan perfecta que ni aún en la más completa individualidad,se pueden encontrar sorpresas casi a diario,sólo debemos aprender el difícil arte de apreciarlo:un sonido agradable,una caricia del viento,un paisaje,un animal,una planta,una coincidencia positiva...
La soledad no es mala si es voluntaria,ni la compañia perpetua necesariamente buena si es forzada.
Todo lo que dices es verdad,y que lo digas no significa más que pasas algo de tiempo pensando y retorciendo las ideas,nada más lejos de la negatividad,eso,para mí,es pura vitalidad.
zara

Paute dijo...

Si alguien te pueda dar respuestas sobre este tema ése es Forrest Gump.