Una vez tenía un paraguas tan tan duro que sopló el viento y me elevó hasta un tercer piso. Que guay. Todavía no tenía ascensor en casa y en verano hacía quedadas de gente para que soplara muy fuerte a mi lado. Me sentía Mary Poppins. Cuando entraba por la ventana, no decía ¿está la comida?, tarareaba "huele supercalifragilísticoespialidoso"
Si estás solo cuando se te rompe el paraguas, no pasa nada. Si hay gente a tu alrededor, tratas de recomponerlo heroicamente, como si fueras el cirujano de la Esteban. Efectivamente, al final te queda un churro que sólo sirve para hacer reir.
Al final te acabas mojando. Llegas a casa y te preguntan: ¿no llevabas paraguas?. No, es que así te ahorras la ducha y el centrifugado.
Y el invierno acaba de empezar.
2 comentarios:
Reconozco que me encanta que llueva.Pero a veces, se le vá la mano.
Llovió,y llovió,y llovió,y como le parecía poco,salió el viento a tocar las narices,y empezó a mover todo lo que debe estar quieto,lo colocas,y vuelve a tirarlo,es necio,muy necio.
Pero eso tambien se le hizo poca cosa al implacable Meteo,y como simple adorno,nos tiró unos cuantos relámpagos de los que te ponen los guevos en la garganta,para hacer compañía a la campanilla,que se ven muy monos...
y que te dan unos sustos de infarto.Anda que...¡vaya con los adornos!
Y como dices empieza el invierno enseguida,que no sabemos qué nos ha de traer...
Sigo diciendo que me encanta que llueva,pero siempre que yo esté a techo y calentito.
No te mojes
zara
El tiempo está mu loco. No sabe si llover, si hacer sol, si ahora frio y ahora me aso.
Me voy a mojar: prefiero el invierno. Sabes que hace frio y te abrigas desde que amanece hasta que te vas a la cama.
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