Vivir aquí

¿Quién vive ahí?
Abrimos la puerta de la casa de una persona fria y calculadora. Concretamente una que calcula los grados de temperatura adecuados para conservar todo fresquito, desde una lechuga a una conversación.
Aquí vive una familia valiente. Sobretodo ordenada. Cada cual sabe encajar su papel.
Se trata de la familia Huevo.

 Pero, ¿quién güevos vive más adentro?

Alguien dispuesto a liar un pollo. Una persona clara. Fuerte por fuera y con gran corazón por dentro. Frágil. Alguien que si te corre por las venas, puede causarte un infarto con un subidón de su sustancia más peligrosa.

Nos hemos adentrado por la ventanita y al profundizar, hallamos algo pa cagarse. Algo tan arraigado, que ha visto tanto mundo exterior, que ha tenido que irse a las profundidades de nuestros lugares de hábitat.

Vamos, que un huevo roto en la nevera llevaba tantos días saludándome al abrir la puerta que terminé tirándolo váter abajo. Sólo por el placer de verlo hecho tortilla al tirar de la cisterna.

Y colorín colorado, esta chorrada ha terminado.