jueves, octubre 01, 2009

Bio-Inyección

Una última oportunidad para una flor marchita.
Una última inyección.

Un pétalo tras otro, luchando contra la gravedad. Y un fino tallo que no se rinde a la fragilidad.

Apenas dos centímetros cúbicos pueden separar la primavera del otoño.
Así como los estragos de la vida nos dejan hasta el ... moño.

¿Y qué si la flor ha vivido en un jardín?
¿Acaso no ha pasado el tiempo por ella igual que pasó por la mora en su zarzal?
Igualmente deshidratada, olvidada a su azar.

Recuperada del olvido, reutilizada para la churrifoto.
Primer plano aquí.

PD: entrada dedicada a zara, betto, mi actual cefalea y el sueño que se ha empeñado en acompañarme últimamente.

2 comentarios:

ZARATUSTRA dijo...

Es poético,me gusta.Muchas gracias por la dedicación.
He visto esa flor en alguno de mis sueños,pero sólo recuerdo sus hojas tersas y su porte esbelto,no quiero recordar su decadencia,eso no se quedó impreso en mi velada mente.
Sí,es verdad,sólo veo lo que quiero ver,y me retuerzo en este acto egoísta,ignorando por completo la triste realidad.
Me gusta esta entrada por lo que tiene de parecido con una vieja aficción,resucitar todo lo olvidado,lo minusvalorado...y darle al fín una nueva vida,y llegar a disfrutarlo con verdadero aprecio...
Espero que se te alivie la cefalea,y que se te acentúe lo del sueño,porque es el mejor estado de gracia del cuerpo:todo puede ser posible,y lo mejor,no importa el grado de marchitación que estemos sufriendo,porque en el sueño no existe el olvido.
zara

Bettiittu dijo...

Esta flor me suena... sobretodo tiene "algo" que se me hace muy familiar...
Ahh.. SIIII !!!
Es autóctona del "Teritorio Tiroli" !!!
Uuummmm, ya decía yo.
Está claro que tu sondeas la zona también.
Pues ten cuidado... no te vaya a coger ese famoso "loro Tiroli".
;-)