Navegando

Pasamos la vida como navegando bajo el mar azul y flotando sobre el inmenso cielo.
Luego nos quejamos cuando aparecen hilillos de plastilina o nubarrones negros.
Claro, que no es lo mismo tener el barco de chanquete que el yate de los reyes (los Magos o los Borbones). En cualquier caso, mejor no enrolarse en el barco de los Pinzones; todos sabemos que eran unos mari...neros muy amigos de Colón, que era otro mari...nero, y Colón tenía un huevo (el otro seguramente lo perdió cuando se lo apostó a que llegaba a la India con la patera de vela ¡y sin soplar!).

El barco me marea. El avión no digamos. El tren chucu chucu chucu chucu chucu. El AVE ¿qué es?. El coche "es otra hipoteca". La moto me parece peligrosa. La bicicleta me cansa. El patinete es inestable.
Sólo me queda caminar.
Una vez intenté caminar por un patinete haciendo equilibrios sobre una bicicleta encima de una baca de un coche que iba dentro de un vagón de tren que transportaban en un tanque portaequipajes de un avión que iba dentro de un barco con destino ¡a sAVÉ a donde!. ¿Quieres saber lo que me pasó? Pues que me desperté. ¡Coño, ¿cómo iba a subir la bicicleta al coche?!

Sólo acabamos de empezar el año y ya estoy mareada. ¿Alguien sabe donde está el botón de parada? (parada con minúscula, Parada es otro y mejor que ni lo arranquemos).

Hoy han venido los reyes y me pica una rodilla.
Hasta aquí las noticias mundiales más importantes del día. Que no muy lejos se haya armado una buena guerra (otra más) y la gente se mate "porque sí", no es noticia, es síntoma de la gilipollez humana. Por eso a veces es bueno mirar al pasado, para darse cuenta de lo estúpidos que hemos sido hasta ahora y de lo que podríamos mejorar. ¿Hacia dónde cojones estamos mirando? ¿O sólo nos gustan las mareas y los nubarrones?

un besín.

PD: por fin encontré la matrícula que buscaba. El sábado, en el aparcamiento de mi pueblo-grande.